Será la primera vez en los más de 270 días que dura el proceso de juicio político (impeachment) que la presidenta apartada temporalmente del poder comparecerá ante el plenario del Senado Federal para defenderse, personalmente, de las acusaciones que se le imputa y, a la vez, tratar de convencer a los pocos senadores aún indecisos que debe continuar en el cargo.
No concurrir 'supondría entregar la democracia', reiteró en los últimos días la mandataria, quien manifestó además su esperanza en que se haga justicia, pues 'sería una aberración condenar a una persona inocente'.
Rousseff, anteriormente, había rechazado la acusación por delito de responsabilidad considerándola como “fuera de lugar, inaceptable y profundamente injusta”.
No concurrir 'supondría entregar la democracia', reiteró en los últimos días la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La dignataria reiteró en varias oportunidades que de consumarse su separación definitiva del cargo, Brasil estaría en presencia de un inequívoco golpe de Estado seguido de una elección indirecta. En tal caso, alertó, el colegio electoral de 110 millones de brasileños sería sustituido, sin la debida sustentación constitucional, por un colegio de 81 senadores.
Rousseff tendrá 30 minutos para presentar sus argumentos a los senadores, plazo que podrá extenderse por decisión del propio magistrado, según ratificó el sábado último el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski.
Una vez concluida su intervención, cada legislador tendrá hasta cinco minutos para interrogarla; será decisión de Rousseff responder o no las preguntas que se le formulen. El tiempo para dar respuesta a los cuestionamientos será ilimitado y no habrá derecho a réplica por parte de los senadores.
Para que Dilma Rousseff sea apartada definitivamente de su cargo y pierda sus derechos políticos por un periodo de ocho años será necesario el voto favorable de 54 de los 81 integrantes de esa Casa. En caso contrario, la Presidenta constitucional sería absuelta y reintegrada de inmediato a sus funciones, que desde el 12 de mayo último ejerce con carácter provisional el vicepresidente Michel Temer.
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