En un acto celebrado en un pequeño teatro de Brasilia al que acudieron cientos de personas, volvió a proclamar su inocencia e insistió en que es víctima de un “golpe de Estado” orquestado por el ahora presidente interino Michel Temer.
En medio de un ambiente militante y rodeada de diputados y ministros de su gobierno, Rousseff dijo: "Con la misma fuerza que luché contra la dictadura militar y ganamos porque recuperamos la democracia, de esa misma manera vamos a luchar para profundizar la democracia ahora en nuestro país. Tenemos que tener esperanza".
Asimismo, expresó que mantiene su resistencia al gobierno interino de Michel Temer denotando que su juicio político demuestra que “la democracia no está garantizada” en Brasil.
Con la misma fuerza que luché contra la dictadura militar y ganamos porque recuperamos la democracia, de esa misma manera vamos a luchar para profundizar la democracia ahora en nuestro país. Tenemos que tener esperanza", expresó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff
El martes, el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Ricardo Lewandowski, negó un pedido presentado por la defensa de Rousseff, para anular una de las etapas que dio continuidad al proceso de juicio político contra la mandataria aduciendo que no le corresponde a él ni a la suprema corte expedirse sobre recursos contra decisiones de los senadores, según indicó un comunicado del tribunal.
De otro lado, una reunión de la dirección ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT) en Sao Paulo votó ayer en contra de apoyar el plan de la presidenta para anticipar elecciones y resolver la crisis política del país, una posición que ella considera clave para reunir votos en el Senado y recuperar el poder.
La recta final del impeachment comienza hoy, jueves, con la intervención de los últimos testigos de la acusación y la defensa. Hablarán después los senadores y, el lunes, la propia Rousseff, que está acusada de maniobras fiscales para maquillar el informe de las cuentas públicas de 2014 y 2015, se encargará de responderles.
Rousseff será finalmente destituida si así lo decide una mayoría calificada de 54, que representan dos tercios del total de 81 senadores. Por el contrario, si fuera absuelta, recuperaría el poder, con lo cual Temer quedaría relegado a una vicepresidencia que se considera inviable, pues está públicamente enemistado con la mandataria, que le acusa de "traidor" y "golpista".
lvs/ktg/msf