Más temprano en la misma jornada, el presidente interino de la Cámara Baja, Waldir Maranhao, había anunciado la suspensión del proceso para un juicio político contra Rousseff.
Sin embargo, Calheiros calificó de "extemporánea" la decisión de Maranhao, "cuando el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas".
Maranhao acató la demanda de la Abogacía General del Estado que pide la nulidad de la votación en la Cámara Baja por supuestos "vicios" procesales. Argumentó que uno de los "vicios" detectados en la sesión parlamentaria consistió en que los partidos políticos orientaron el voto de sus diputados.
Con la decisión adoptada por el presidente del Senado, el pleno de esa cámara deberá escuchar este martes la lectura del informe remitido por la comisión especial que recomendó proseguir con el proceso que puede recortar el mandato de Rousseff.
Aunque Calheiros no lo ha aclarado, deberá confirmar también la sesión del próximo miércoles, en la que el pleno del Senado decidirá por mayoría simple entre sus 81 miembros si se abre el juicio contra la mandataria.
Si esa sesión, que se calcula que durará unas 48 horas y por tanto concluirá el jueves, determina la instauración del juicio, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que durará el proceso y sustituida por el vicepresidente Michel Temer.
En caso de que se llegue a la destitución, Temer completará el mandato que concluye el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff fuera absuelta recuperaría el cargo una vez que el proceso finalice. La jefa del Estado brasileño está acusada de realizar maniobras contables irregulares para "maquillar" los resultados fiscales durante 2014 y 2015.
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