La decisión de la corte de la capital dio la razón a la apelación presentada por el Gobierno, que argumentó "falta de imparcialidad" por parte del juez Itagiba Catta Preta Neto, del Tribunal Federal de Brasilia.
Eso se comprobó al descubrir que el magistrado asistió a marchas a favor de un juicio político a Rousseff, además de tener muchas publicaciones en redes sociales con mensajes en contra de Lula Da Silva, la presidenta brasileña y el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen ambos.
La justicia federal de Brasil suspendió el jueves la asunción de Lula da Silva 40 minutos después de que el expresidente asumiera el cargo en el Gobierno de Dilma Rousseff.
La semana pasada, la Fiscalía brasileña pidió prisión preventiva para Lula da Silva al acusarlo de blanqueo de capitales, un hecho que negó. El nuevo cargo le podría eximir de esta investigación, pero no de la Corte Suprema.
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