La economía boliviana crece de manera sostenida durante más de una década, un fenómeno casi único en la región, ya que potencias vecinas vivieron procesos recesivos en los últimos años.
El crecimiento ha perdido fuerza desde 2014, pero todavía muestra señales muy positivas si se las compara con economías cercanas. En 2017, el índice de crecimiento será de casi 4 por ciento. Pese a estos indicadores, analistas y prensa opositora se esfuerzan por instalar una realidad negativa.
Para el Gobierno, la clave es la redistribución del ingreso. En 2005, cuando Evo Morales llegó a la presidencia, el 10 por ciento más rico de la población ganaba 128 veces más que el 10 por ciento más pobre. Hoy esa diferencia se ha reducido a 35.
Andrés Sal.lari, La Paz.
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