El paro de aduanas que afecta los puertos de Chile causó molestias en los sectores comerciales de Bolivia, quienes vieron comprometidos sus envíos, hecho que fue calificado por el presidente Evo Morales de “agresión económica” a su país.
A través de su cuenta de Twitter, Morales aseguró el jueves que “un nuevo paro aduanero en la frontera con Chile es una agresión económica a Bolivia”, haciéndose eco del reclamo de empresarios y transportistas sobre el daño que comenzaron a sufrir desde el miércoles.
Morales agregó que “Chile sigue incumpliendo el artículo 6 del Tratado de 1904”, en la medida en que “no hay libre tránsito”, y que Santiago debe garantizar la circulación de la mercadería de importación y exportación boliviana.
La huelga en el puerto de Iquique (norte de Chile) y otros lugares fronterizos, por razones laborales, dejó varados desde el miércoles a unos 800 camiones bolivianos, según representantes del sector del transporte de carga. Solo permiten pasar cinco camiones cada cinco horas.
Un nuevo paro aduanero en la frontera con Chile es una agresión económica a Bolivia”, dice el presidente boliviano, Evo Morales.
“Este tipo de medidas que se desarrollan en Chile es única y exclusivamente responsabilidad del Gobierno chileno”, señaló a periodistas el dirigente transportista Gustavo Rivadeneira, que recordó que las huelgas portuarias son recurrentes.
Un informe de la Cancillería boliviana, del 2016, señala que entre el 2010 y 2014 se registraron en puertos de Chile un total de 146 días de huelgas laborales por diferentes motivos.
Ambos países sostienen un diferendo marítimo que surgió tras la guerra que mantuvieron entre 1879 y 1883, en la que Bolivia perdió 400 kilómetros lineales de litoral costero y 120.000 kilómetros de territorios.
Bolivia llevó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 2013 para negociar "de buena fe" una salida soberana al mar, pero Chile argumenta que las fronteras entre los dos países quedaron fijadas en el Tratado de 1904.
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