• El presidente de Bolivia, Evo Morales.
Publicada: domingo, 7 de agosto de 2016 5:34
Actualizada: sábado, 17 de febrero de 2018 4:23

El presidente de Bolivia, Evo Morales, confirma una desaceleración económica y un aumento del desempleo en el país andino.

El sábado, en su mensaje ante la Asamblea Legislativa Plurinacional con motivo del 191º aniversario patrio, el mandatario, al repasar las principales cifras económicas de Bolivia, reconoció que las proyecciones de crecimiento se vieron afectadas debido, sobre todo, a la caída del precio de las materias en el país, principalmente del petróleo.

El mandatario boliviano recordó, además, que en enero de este año en curso las proyecciones de crecimiento con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) eran del 4,9 por ciento y lamentó que en mayo la previsión se haya reducido al 4,3 por ciento.

“No podemos ocultar esta información”, puntualizó Morales, quien precisó que estos datos están incluidos en el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) que procesa el Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Asimismo, expresó su preocupación por el aumento de la tasa de desempleo urbano del 3,5 % al 4,4 % entre 2014 y 2016, aunque recordó que en 2006, cuando llegó al poder, la tasa era del 8,1 %. De todos modos y pese a las mencionadas cifras, Morales valoró que su país sigue liderando el crecimiento económico en la región. “Somos primeros en crecimiento económico hasta el primer trimestre de toda Sudamérica”, aseguró.

Ante estas declaraciones de Morales, el opositor y expresidente boliviano Jorge Quiroga acusó al mandatario de ocultar una inminente crisis económica porque, a su juicio, los oficialistas no han sabido administrar el dinero obtenido por la exportación del gas natural, a lo que se une el hecho de que Morales no quiera asumir que se acabó el tiempo de bonanza.

En su discurso de más de una hora de duración, Morales volvió a abogar por el diálogo con Chile, con el que mantiene dos controversias en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya: una por una salida al mar y la otra por el uso de las aguas del río Silala.

Las relaciones entre ambos países se tensaron últimamente tras la visita que realizó el canciller boliviano, David Choquehuanca, a los puertos chilenos de Arica y Antofagasta.

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