“Estamos hablando de las institucionales tradicionales que se han dedicado en la última década a generar proceso de desestabilización en Bolivia, y básicamente nos estamos refiriendo a la NED (la Fundación Nacional para la Democracia), al IRI, el Instituto Republicano Internacional, y nos estamos refiriendo también a NDI (Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales)”, ha denunciado este jueves el ministro boliviano de Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Estamos hablando de las institucionales tradicionales que se han dedicado en la última década a generar proceso de desestabilización en Bolivia, y básicamente nos estamos refiriendo a la NED, al IRI, el Instituto Republicano Internacional, y nos estamos refiriendo también a NDI”, ha denunciado el ministro boliviano de Presidencia, Juan Ramón Quintana.
En una entrevista concedida a la agencia venezolana de noticias Telesur, Quintana ha denunciado que dichas entidades hacen llegar fondos a instituciones, organizaciones no gubernamentales y periodistas bolivianos para impulsar la campaña a favor del “No” en el referendo del próximo 21 de febrero sobre la modificación o no del artículo 168 de la Carta Magna para permitir una segunda reelección presidencial, además de la única que señala el actual texto de la ley.
Asimismo, el ministro ha acusado a ciertos exdirigentes políticos bolivianos “que se robaron el plato del país y se fueron a refugiar a los brazos de Washington” de ejecutar acciones de desestabilización y descrédito contra el Gobierno presidido por Evo Morales desde Estados Unidos.
Quintana ha explicado que desde la llegada de Morales al poder, la Administración estadounidense viene desarrollando ataques y planes de desestabilización en el país sudamericano, pero durante las últimas semanas se han intensificado los ataques desde los medios de comunicación.
Según el ministro boliviano, la oposición de su país está vinculada a los designios de Estados Unidos para volver a instaurar una política neoliberal, y la publicidad y estrategia políticas de la oposición están siendo producidas por asesores en marketing político extranjeros.
"En Bolivia están operando como los hicieron en Argentina, en Venezuela y como operan en Ecuador; es una guerra psicológica, permanente, sostenida, intensificada y multiplicada", ha subrayado.
Para hacer frente a dichas agresiones de la oposición boliviana y de Estados Unidos, apunta Quintana, el Ejecutivo andino ha apelado a la verdad, a la transparencia y a la denuncia constante de los planes financiados por el Departamento de Estado.
No se trata de la primera vez en que el país sudamericano denuncia la intervención de la Casa Blanca en sus asuntos internos: tanto el propio presidente como la ministra de Comunicación, Marianela Paco, y el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, han condenado el financiamiento de la campaña de la oposición contra la reelección de Morales por Estados Unidos.
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