• Manifestantes bareiníes bloquean la calle ante la represión de la Policía, durante una protesta en febrero de 2016.
Publicada: jueves, 7 de septiembre de 2017 14:36

EE.UU. y el Reino Unido hacen la vista gorda ante las violaciones de derechos humanos por el régimen bareiní, denuncia en un informe Amnistía Internacional.

El Gobierno de Baréin aplastó a la disidencia y reprimió con violencia las protestas del año pasado, indica este jueves Amnistía Internacional (AI) en un nuevo informe titulado "Nadie puede protegerte: un año de represión de Baréin para aplastar la disidencia", en el que acusa al Reino Unido y a Estados Unidos, en particular, de pasar por alto esas infracciones de los derechos humanos.

El informe detalla también cómo, de junio de 2016 a junio de 2017, el Gobierno bareiní arrestó, torturó, amenazó o prohibió viajar a no menos de 169 activistas, opositores y familiares de estos.

"La táctica más común de las autoridades ha sido el acoso judicial a los defensores de los derechos humanos y a otros críticos pacíficos, a través de la convocatoria incesante de interrogatorios, antes de acusarlos o liberarlos", escribe la organización.

AI acusa también a los Gobiernos occidentales, en particular a Washington y Londres, de permanecer en silencio ante esa represión, pese a que ambos países tienen un nivel particularmente alto de influencia en Baréin, donde está estacionada la Quinta Flota estadounidense y donde la Marina Real británica tiene una importante instalación.

La táctica más común de las autoridades ha sido el acoso judicial a los defensores de los derechos humanos y a otros críticos pacíficos, a través de la convocatoria incesante de interrogatorios, antes de acusarlos o liberarlos", escribe Amnistía Internacional en un informe.

 

La organización, con sede en el Reino Unido, indica que la política del presidente de EE.UU., Donald Trump, se ha alejado de la de su predecesor, Barack Obama, que había criticado públicamente a las autoridades del pequeño Estado del Golfo Pérsico.

De hecho, AI asegura que Baréin parece haber interpretado una declaración que hizo Trump en marzo al rey Hamad "como una luz verde para seguir con la represión".

Baréin ha intensificado la represión de la disidencia cerrando dos grupos políticos de primer orden, revocando la ciudadanía del líder espiritual de la comunidad musulmana chií, el sheij Isa Ahmad Qasem (condenado también a prisión), y encarcelando a los activistas pro derechos humanos. 

"Utilizando una serie de herramientas de represión, entre las que están el acoso, la detención arbitraria y la tortura, el Gobierno de Baréin ha logrado aplastar a una sociedad civil que antes era próspera", sentencia Philip Luther, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Amnistía dice haber recibido informes de nueve casos de tortura durante la detención de detractores del Gobierno. Ocho de los casos sucedieron en mayo de 2017.

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