El Alto Tribunal de Apelación de Baréin ha agravado en gran medida la pena de cuatro años de prisión impuesta en primera instancia en junio de 2015, ha añadido la referida fuente.
Además de incitar a la desobediencia, Ali Salman ha sido condenado por supuestamente “incitar públicamente el odio contra los seguidores de una religión”, y por llamar a los empleados del ministerio de Interior “mercenarios”.
En reacción, el partido Al-Wefaq ha expresado su rotundo rechazo, ya que el veredicto contra su líder es “inaceptable y provocador”.
A través de un comunicado emitido ese mismo día, el partido ha señalado que la pena refleja “la insistencia del régimen por ignorar las peticiones de soluciones y por agravar la crisis política de Baréin”.
El veredicto contra sheij Ali Salman refleja la insistencia del régimen por ignorar las peticiones de soluciones y por agravar la crisis política de Baréin”, de acuerdo con el principal partido opositor bareiní.
Desde febrero de 2011, los bareiníes protagonizan manifestaciones contra la monarquía de los Al Jalifa para reclamar el fin del monopolio de poder, la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente y un largo etcétera.
Sheij Ali Salman fue detenido en diciembre de 2014 por las fuerzas de los Al Jalifa, que le acusaron de “incitar al derrocamiento” del régimen de Manama; alegaciones rechazadas por Al-Wefaq y la defensa del líder opositor.
Ignorando las llamadas internacionales para liberar a Ali Salman y a los demás opositores, el régimen bareiní continúa efectuando arrestos arbitrarios so pretexto de su reciente ley antiterrorista, informa el Centro de Baréin para los DDHH (BCHR, por sus siglas en inglés).
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