El mandatario filipino, Rodrigo Duterte, con un tono más apaciguador aclaró el sábado que no romperá los lazos de la alianza Manila-Washington, dos días después de que anunciara la “separación” de los dos países durante una visita oficial a China. No obstante, Duterte no dudó en aprovechar la oportunidad para alzar su voz contra la UE.
“UE, no es de extrañar que esté en ruinas. Ni siquiera puede acordar si permanecer unida o no. Si quedarse como una comunidad europea o desintegrarse. ¿Cuál es la razón? Porque todos sus abogados son estúpidos y tontos”, manifestó Duterte para después afirmar “su euro es solo una pieza de papel”.
UE, no es de extrañar que esté en ruinas. Ni siquiera puede acordar si permanecer unida o no. Si quedarse como una comunidad europea o desintegrarse. ¿Cuál es la razón? Porque todos sus abogados son estúpidos y tontos”, manifestó el presidente filipino, Rodrigo Duterte.
No es la primera vez que el dignatario filipino se ensaña contra el bloque comunitario. El 20 de septiembre pasado, Duterte fustigó contra la Unión Europea por criticar su campaña antidroga. Alegó que la razón por la que lo critican son los crímenes cometidos por los países europeos, entre ellos Francia y el Reino Unido.
Según la UE, la campaña contra las drogas del presidente filipino ha dejado al menos 3500 muertos desde su llegada al poder, el pasado 30 de junio.
Acabar con el problema de la droga en los primeros seis meses de mandato, figuraba entre las promesas del dignatario filipino, no obstante, recientes cifras publicadas por la Policía muestran que la consigna ha ido más allá, unos 3500 supuestos narcotraficantes y drogadictos han muerto en cerca de 1500 operaciones policiales y el resto a manos de grupos de "vigilantes"; todo ello desde que Duterte asumió las riendas del país.
Frente a todas estas criticas, Duterte declaró el 13 de octubre que había enviado cartas al presidente y al secretario de Estado de Estados Unidos, Barack Obama y John Kerry, respectivamente, así como a líderes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la UE, para invitarles a Filipinas y probar las supuestas ejecuciones extrajudiciales cometidas en la ofensiva contra el narcotráfico lanzada por su Gobierno.
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