De acuerdo con una publicación del miércoles en el medio hebreo Kan, la Asociación de Médicos israelí anunció en una reunión de emergencia con el director general del ministerio de salud del régimen sionista del creciente aumento en el número de galenos que quieren emigrar al extranjero y abandonar los territorios ocupados debido al golpe judicial del gabinete que lidera el premier Benjamín Netanyahu.
En este sentido, un informe del lunes del Canal 12 israelí aseguró que los Emiratos Árabes Unidos buscan atraer médicos israelíes y precisó que “miles de médicos” israelíes se han unido a un chat grupal de Whatsapp en busca de consejos sobre cómo mudarse al extranjero y algunos ya han recibido ofertas lucrativas para mudarse al país árabe.
El chat, que ya cuenta con 3000 inscritos —10 % del total de médicos en los territorios ocupados—, comenzó después de que el parlamento israelí aprobara, la semana pasada, una ley para limitar la supervisión judicial de las actividades del ejecutivo del régimen.
Las ofertas provinieron de fuentes oficiales en los Emiratos Árabes Unidos, así como en Bahréin; ambos países estuvieron entre los dos primeros en normalizar los lazos con el régimen israelí en 2020, seguidos de Marruecos y Sudán.
Por otro lado, algunos médicos sionistas también suelen viajar a otros países como América, Portugal, Nueva Zelanda y Canadá.
Muchos de los médicos, recoge este miércoles el sitio web de Almayadeen, expresaron su disposición a irse de inmediato, aceptando salarios más bajos, condiciones de empleo más duras o incluso una degradación en su estatus y responsabilidades.
Con los médicos sionistas huyendo fuera de los territorios ocupados, los expertos advirtieron que este problema provocará el colapso del sistema de salud de Israel y conducirá a una gran escasez de médicos en varios departamentos hospitalarios.
La semana pasada, los médicos de toda la Palestina ocupada organizaron una huelga general de un día para protestar por la aprobación del proyecto de ley por parte del parlamento que abolió la cláusula de “razonabilidad” que permite a la corte suprema anular las decisiones del gabinete.
La reforma ha provocado una fuerte polarización entre los israelíes y ha puesto al desnudo las profundas divisiones internas que aceleran el colapso del régimen.
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