Los católicos lo conocen como el Santo de la providencia, patrono del pan y del trabajo. Murió un 7 de Agosto de 1547. Es San Cayetano, y desde que asumió Mauricio Macri en Argentina, la ola de despidos, lo convirtió en el más venerado.
La procesión religiosa, que anteriormente culminaba en la Iglesia dedicada al Patrono del trabajo, en el barrio de Liniers, este año finalizó frente a la Casa Rosada en Buenos Aires (la capital), desde donde se ejerce la función del Poder Ejecutivo.
Un reclamo a las políticas de la actual gestión del Gobierno, que según indican, es también parte de un plan injerencista regional.
Una convocatoria de la Iglesia, que se convierte en un acto político, igual que la búsqueda de trabajo se convierte en una cuestión de fe.
Sebastián Salgado, Buenos Aires
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