Mauricio Macri estaba de viaje a EE.UU. y, previo a su encuentro de hoy jueves con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, estuvo en Houston, en el estado sureño de Texas.
El dirigente volvía a esa ciudad después de 38 años y, durante una comida celebrada ayer miércoles con empresarios del lugar, contó a los asistentes que fue a jugar un partido de una liga de fútbol en Austin (la capital del estado) y fue el goleador de la final. Algo de lo que no existe ningún registro, según informa hoy jueves el portal digital El Destape.
A continuación, Macri dijo, en broma, que contaba con que el gobernador de Texas, Greg Abbot, quien no estaba presente en el almuerzo, le llevara alguna prueba de su hazaña.
.@mauriciomacri quiso hablar en inglés pero le salió mal pic.twitter.com/7d67lhvg5E
— El Destape (@eldestapeweb) April 27, 2017
Y cerró con una insólita frase: “mi hijo doesn´t believe me”, dijo en un inglés fallido mezclado con español —o espanglish—. Aun así, “fue la única frase que dijo en inglés”, destaca la página web.
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