Los manifestantes mostraron su rechazo ante los despidos en el sector público y reclamaron a su vez al Gobierno una nueva negociación de las subidas salariales.
Convocada por el principal gremio de funcionarios, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), y por la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la marcha se realizó dentro de una jornada de huelga nacional, la séptima este año.
(La protesta) es en contra del ajuste cada vez más evidente de este Gobierno hacia la clase trabajadora y nuestro pueblo, que se traduce en más desocupación, más precarización, más flexibilidad laboral, salarios a la baja con despidos y amenazas de despido”, manifestó Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA.
Hugo Godoy, secretario general de ATE, explicó que el sector público ha sido uno de los más golpeados por la transformación económica y política impulsada por el oficialismo con la llegada al poder de Macri en diciembre de 2015.
“(La protesta) es en contra del ajuste cada vez más evidente de este Gobierno hacia la clase trabajadora y nuestro pueblo, que se traduce en más desocupación, más precarización, más flexibilidad laboral, salarios a la baja con despidos y amenazas de despido”, manifestó Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA.
#Estatales #ATE marcharon a Plaza de Mayo junto a organizaciones sociales en el marco del #ParoNacional #ParoATE pic.twitter.com/sZwPwn3pse
— Prensa ATE Nacional (@ateprensa) November 10, 2016
Peidro lamentó que “frente a la falta de respuesta” a los problemas no queda “otro camino” que tomar las calles, para después agregar que “vamos a avanzar y no van a poder pasarnos por encima”.
Los sindicalistas argentinos informan de la destrucción de unos 150.000 puestos de trabajo en el aparato público en 2016, por lo tanto, solicitan contratos permanentes para unos 90.000 empleados del Gobierno nacional y de unos 600.000 en las provincias y ayuntamientos, quienes, a su juicio, están trabajando en un ambiente de incertidumbre.
Sin embargo, el Gobierno argentino culpa al kirchnerismo por la falta de condiciones estables en este sector, diciendo que durante el Gobierno anterior se engordó la planta de funcionarios para maquillar las cifras de desempleo, añadiendo que el sistema es ineficiente y necesita una profunda remodelación y modernización.
Ahora, los sindicatos piden la reapertura de unas negociaciones para actualizar los salarios, advirtiendo de que la inflación cerrará el año en torno al 42 por ciento, según las estimaciones.
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