"La visita de Barack Obama es un paso importantísimo en esa dirección. Se abre ante nosotros una nueva época", afirmó el sábado Macri sobre el venidero viaje del presidente de Estados Unidos a Argentina.
La visita de Barack Obama es un paso importantísimo en esa dirección. Se abre ante nosotros una nueva época", afirmó el presidente argentino, Mauricio Macri, sobre el venidero viaje del presidente de Estados Unidos a Argentina.
Mediante un texto publicado en su cuenta en la red social Facebook, el mandatario explicó que su Administración recibió el viernes la “confirmación” de que el dignatario norteamericano hará el 24 de marzo una visita oficial a Buenos Aires, capital de la nación sudamericana.
El asesor de seguridad de la Casa Blanca Ben Rhodes aseguró el jueves que la visita de Obama será un “nuevo comienzo” en las relaciones con Argentina; país que con su nuevo presidente se convertirá en un “aliado” más cercano de Washington. Agregó que el Gobierno anteriormente presidido por Cristina Fernández de Kirchner mantenía una “relación problemática” con el país norteamericano.
"Es una gran noticia para Argentina”, así expresó en Facebook el dignatario argentino su beneplácito con el viaje de su homólogo estadounidense e indicó: “Nosotros dijimos que queríamos relacionarnos con el mundo, dialogar con todos los países, encontrar los puntos en común para favorecer el mutuo desarrollo".
Por su parte, la canciller argentina, Susana Malcorra, consideró dicha visita como “una clara muestra del interés y de la prioridad que Estados Unidos ha puesto en Argentina”, además de mostrar que Buenos Aires está interesado en abrir “vínculos" con todos los "potenciales" socios.
Pese al visto bueno del Ejecutivo argentino hacia viaje de Obama, la asociación humanitaria argentina Madres de Plaza de Mayo tachó la iniciativa de una provocación y denunció que coincidirá con el 40 aniversario del golpe de Estado de 1976, una rebelión cívico-militar que depuso a la entonces presidenta de Argentina, Isabel de Perón.
Según documentos secretos filtrados por WikiLeaks, Washington apoyó firmemente la dictadura militar que se instauró en aquel entonces en Argentina, a la que consideraba la mejor opción ante “el clima de incertidumbre que amenaza a sus intereses en el país”.
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