El exdirector de Operaciones de la antigua Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) llegó el viernes a Argentina procedente de Uruguay, adonde viajó, vía terrestre, en febrero de 2015, informó el diario argentino Télam, que agregó, además, que el exespía declarará en los próximos días como testigo en el 'caso Nisman'.
Antes de abandonar Argentina el exespía había brindado testimonio ante la fiscal Viviana Fein justo un mes después de la muerte de Nisman, pero anunció que regresaría tras el cambio de gobierno.
En su testimonio no proporcionó muchos detalles sobre las llamadas que le hizo Nisman a su celular antes de morir, las cuales no atendió.
El testimonio que debe ofrecer Stiuso ante la corte por el caso de la sospechosa muerte de Nisman es parte de las medidas ordenadas por la jueza Fabiana Palmaghini, la sucesora de Fein, tras hacerse cargo personalmente de la investigación.
El anterior Gobierno argentino presidido por Cristina Fernández de Kirchner acusó en varias ocasiones a Estados Unidos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) de "proteger" a Stiuso y solicitó la colaboración de Washington para hallar el paradero del acusado.
El entonces Gobierno argentino había criticado también a EE.UU. por no colaborar con Buenos Aires en la causa del atentado contra la AMIA (la Asociación Mutual Israelita de la Argentina), que dejó 85 muertos y más de 300 heridos el 18 de julio de 1994.
Nisman, quien fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 en su casa, estaba acusado de mantener estrechos vínculos con los servicios de Inteligencia estadounidenses; documentos publicados en 2010 por Wikileaks revelan sus contactos con personal de la embajada de EE.UU. en Buenos Aires, capital argentina.
Él fue encargado del caso del atentado en la sede de AMIA y durante sus investigaciones sobre este expediente acusó a la exmandataria de Argentina, y a su canciller, Héctor Timerman, de encubrir evidencias sobre el caso.
Sin embargo, en febrero de 2015, esta denuncia de Nisman contra el Gobierno de Buenos Aires fue desmentida por el juez de primera instancia Daniel Rafecas debido a la “inexistencia de delito y de pruebas”.
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