• El príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman.
Publicada: domingo, 24 de marzo de 2019 9:35
Actualizada: domingo, 24 de marzo de 2019 10:04

El plan de reformas económicas impulsado por el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, están creando nuevos problemas para la población, indica un informe.

Según se subraya en un reporte publicado el sábado por el diario The Wall Street Journal (WSJ), “el esfuerzo generalizado para diversificar la economía dependiente del petróleo del reino saudí está creando nuevos problemas, a medida que los saudíes y sus negocios comienzan a sentir el dolor de una transición incierta”.

En los últimos dos años, agregó el mismo medio estadounidense, el polémico príncipe heredero aumentó los precios de la gasolina y la electricidad, introdujo nuevos impuestos en Arabia Saudí y obligó a los trabajadores extranjeros a abandonar el país para dar paso a los saudíes.

Riad lanzó en abril de 2016 la llamada “Visión 2030”, el ambicioso plan del reino para diversificar su economía, crear empleos, atraer inversiones y desarrollar industrias, como el turismo. Sin embargo, de acuerdo con la nota, la inversión extranjera en el reino petrolero siguió cayendo en 2018, de modo que descendió de 7400 millones de dólares en 2016 a 2400 millones en 2018.

La reducción de inversiones ha ocasionado, asimismo, la disminución en hasta 45 % de rentabilidad de las empresas extranjeras. Varias compañías han cerrado sus representaciones o sucursales en Arabia Saudí. Esta situación ha causado que un millón de fuerzas de trabajo abandonen el país árabe, agregó el WSJ.

El esfuerzo generalizado para diversificar la economía dependiente del petróleo del reino saudí está creando nuevos problemas, a medida que los saudíes y sus negocios comienzan a sentir el dolor de una transición incierta”,  indica The Wall Street Journal.

 

El periódico estadounidense además se refirió a la insatisfacción de ciudadanos saudíes, que van perdiendo la confianza en los planes impulsados por el líder de facto del país, el joven Muhamad bin Salman.

Por otro lado, la guerra contra Yemen, que lanzó Riad y varios de sus aliados árabes en 2015, y el brutal asesinato en octubre pasado del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado en Estambul (Turquía) sigue conllevando consecuencias económicas para el reino árabe.

Ahora existen dudas de que Riad seguirá siendo un socio económico clave para muchas compañías occidentales. De hecho, lo que el asunto de Khashoggi ha puesto de relieve son los riesgos que implica tratar con la familia real saudí.

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