"La Arabia Saudí de hoy no es la misma que vimos hace un año y medio. Es mucho más proactiva ... en Oriente Medio. Es el país que tal vez haya adoptado la postura más fuerte en la lucha contra Irán en Oriente Medio", dijo el jefe de la dirección de inteligencia militar israelí, el general Herzi Halevy.
En su intervención el miércoles en un foro internacional de seguridad en Herzliya, en la costa central de los territorios ocupados palestinos, Halevy expresó su gran satisfacción por que los intereses de los Estados árabes del Golfo Pérsico, con la monarquía saudí a la cabeza, hayan comenzado, cada vez más, a alinearse con los de Israel.
La Arabia Saudí de hoy no es la misma que vimos hace un año y medio. Es mucho más proactiva ... en Oriente Medio. Es el país que tal vez haya adoptado la postura más fuerte en la lucha contra Irán en Oriente Medio", dijo el jefe de la dirección de inteligencia militar israelí, el general Herzi Halevy
"Algunos de los intereses de estos países (…) son cada vez más cercanos a los nuestros", señaló, para después subrayar que "este es un desarrollo interesante, y hay una oportunidad en él".
Anteriormente, el director general del ministerio de asuntos exteriores israelí, Dore Gold, había confirmado el inicio de un amplio diálogo entre ese régimen y algunos de los Estados árabes al decir: "Bajo el hielo, una gran cantidad de agua caliente está fluyendo".
Estos comentarios se produjeron dos meses después de que Anwar Eshki, un general retirado del Ejército saudí, adelantara la decisión de su país de abrir una embajada en Tel Aviv, si Israel acepta la iniciativa saudí de poner fin al conflicto (palestino-israelí) de Oriente Medio.
Arabia Saudí, que cortó sus relaciones con Irán a principios del presente año debido a las críticas de Teherán por la ejecución del prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr y posteriores protestas frente a sus sedes diplomáticas en el país persa, se está acercando cada vez más al régimen de Israel.
Ambos comparten posturas en la mayoría de los acontecimientos regionales, incluido el conflicto sirio, donde aspiran al derrocamiento del presidente sirio, Bashar al-Asad; y en El Líbano, donde se esfuerzan por debilitar el eje de la Resistencia, es decir, al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y a su aliado palestino, el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), entre otros.
Asimismo, ambos son considerados —según indican documentos inteligencia —los dos principales financiadores de los grupos terroristas que operan en algunos Estados de la región, incluidos Irak y Siria.
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