• El expresidente estadounidense George W. Bush, se reúne con el entonces embajador saudí en EE.UU., Bandar bin Sultan, 27 de agosto de 2002.
Publicada: martes, 26 de abril de 2016 10:16

La esposa del exjefe del Servicio de Inteligencia saudí, Bandar bin Sultan podría ser una de las financiadoras de los atentados del 11-S en EE.UU., así informa el diario británico The Independent.

Por medio de un informe detallado, el rotativo desvela el pago de unos 75.000 dólares por la princesa saudí Haifa bint Sultan a Osama Basnan, uno de los involucrados en el secuestro del Vuelo 77 de American Airlines que marcó la tragedia de las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

En alusión a la polémica surgida entre Riad y Washington sobre la desclasificación del último capítulo (de 28 páginas) del informe final del Senado sobre el 11-S, y la supuesta implicación saudí en el caso, el diario enfatiza que este conflicto podría provocar una guerra diplomática entre ambos países.

Según explica la nota, el informe incluye datos sobre una red de personas vinculadas con Arabia Saudí, que ayudaron a los futuros secuestradores a llegar a EE.UU., y recibir entrenamientos necesarios para llevar a cabo su misión.

A este respecto, el informe cita el ‘documento 17’ fechado en 2003 y sacado a luz en julio de 2015, y destaca el vínculo entre Nawaf al-Hazmi y Khalid al-Mihdhar, dos secuestrados del vuelo 77 y la representación de Arabia Saudí en EE.UU.

Éstos, llegados a EE.UU. en 2000 y desplegados en San Diego, recibieron la ayuda del agente de Inteligencia saudí Omar al-Bayumi, del diplomático saudí Fahad al-Thumairy y de Osama Basnan, un antiguo empleado de la embajada saudí en Washington, indica el informe.

Basnan, a su vez, prosigue, recibió “considerable financiación del príncipe Bandar bin Sultan (el entonces embajador saudí en Washington) y la princesa Haifa, supuestamente para el tratamiento médico de su esposa”.

De hecho, la nota recalca que según documentos del Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) de EE.UU., parte de ese dinero fue utilizado para la residencia de esos dos secuestradores en San Diego, aunque todavía no ha sido confirmado oficialmente.

Por otro lado, el informe afirma que el banco estadounidense Riggs, por medio del cual se realizaba esas transferencias bancarias, fue declarado culpable de lavado de dinero. Riggs era el banco principal que brindaba servicios al embajador saudí en EE.UU. y a su esposa; al tiempo que era el banco que tenía vínculos con la familia del entonces presidente estadounidense, George W. Bush.

Arabia Saudí ha amenazado a Washington con deshacerse de 750 mil millones de dólares en activos estadounidenses si la ley resulta aprobada y, en consecuencia, se revela su implicación en el 11-S, según el diario The New York Times.

El 18 de abril, el senador demócrata del estado nororiental de Vermont denunció que parte de la familia reinante en Arabia Saudí —los Al Saud— está involucrada en la difusión por todo el mundo del wahabismo: “ideología fundamentalista extremadamente de derechas”.

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