Durante una rueda de prensa ofrecida este martes en Islamabad, capital de Paquistán, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, ha tildado de “fracaso” la injerencia militar extranjera en Afganistán, liderada por Estados Unidos, que duró unos veinte años.
“Debemos aprender de Afganistán la lección de que la intervención militar allí no tuvo éxito. Tenemos que ver si Talibán estará a la altura de su compromiso con un gobierno inclusivo”, ha subrayado el jefe de la Diplomacia germana.
Al término de su encuentro mantenido con su homólogo paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, el alto diplomático germano ha cuestionado la evacuación de las fuerzas militares estadounidenses y las de otros países occidentales del suelo afgano, por la forma que se ha producido.
There is one important lesson to be learned from the developments in #Afghanistan: What is the goal of military operations? To end a terrorist threat, a war? Are they to export our preferred form of government? This has obviously failed in #Afghanistan. @HeikoMaas
— GermanForeignOffice (@GermanyDiplo) August 31, 2021
Tras recalcar que “cualquier deterioro” de la situación en Afganistán tendrá “graves consecuencias” para la región de Asia Central, Maas ha señalado que Berlín esperaría a que los talibanes, que han tomado el control del país, formen un nuevo Gobierno para ver si el grupo armado mantiene su promesa de dejar salir a los civiles que quieren abandonar el territorio afgano por el aeropuerto de la capitalina Kabul.
“Durante mi próxima visita a Catar hablaré de la situación en Afganistán y de la necesidad de vigilar el comportamiento de los talibanes”, ha precisado.
En las últimas semanas, Talibán, que gobernaba en Afganistán desde 1996 hasta 2001, se ha hecho con el control de casi todo el país después de que entrara en Kabul el pasado 15 de agosto sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales entrenadas por EE.UU. y luego de que el entonces presidente Ashraf Qani, un aliado de Washington, huyera del suelo afgano.
El colapso de Afganistán ocurrió poco después de que comenzaran la fase final de la retirada de las fuerzas de Estados Unidos, a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que, so pretexto de la lucha contra Talibán y dar respaldo técnico al Ejército afgano invadió esta nación en 2001. Una coyuntura que se ha agravado con la ola de desplazados afganos que buscan salir como sea del territorio nacional por temor a verse involucrado en una nueva guerra civil.
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