“Es preferible no gobernar que gobernar mal”, ha declarado este domingo a la prensa la líder del Partido Democrático Libre (FDP, en alemán), Christian Lindner, al reconocer que los partidos implicados en los diálogos —los conservadores de Merkel, Los Verdes y ellos— no han logrado encontrar una “base común” para un acuerdo.
El titular ha considerado que no había “bastantes posiciones comunes ni confianza mutua” para formar un gobierno de coalición como el que estaba negociando con los conservadores de Merkel y el partido ecologista.
Las cuestiones de la inmigración y el medio ambiente fueron los principales escollos en las negociaciones. Los partidos no lograron ponerse de acuerdo, en particular sobre si debían tener derecho al reagrupamiento familiar en Alemania todos o solamente una parte de los refugiados.
Es preferible no gobernar que gobernar mal”, dice la líder del Partido Democrático Libre (FDP, en alemán), Christian Lindner.
Aunque el partido Unión Cristianodemócrata (CDU), al que pertenece Merkel, ganó las legislativas del pasado septiembre, los comicios estuvieron marcados por un histórico auge de la ultraderecha, mientras el Partido Socialdemócrata (SPD) se ubicaba en segunda posición.
El partido ultraderechista xenófobo Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo el 13-13,5 % de los apoyos, el FDP contó con 10,5 por ciento y se situaron en la cola Los Verdes y la izquierdista Die Linke al contar sólo con el 9,5 % y 9 % de los sufragios, respectivamente.
La propia Merkel ha lamentado la falta de acuerdo entre las partes, pero ha asegurado que hará “todo lo posible" para que Alemania "esté bien dirigida durante las difíciles próximas semanas”. El fracaso de las conversaciones podría obligar a convocar nuevas elecciones a principios de 2018, si Merkel tampoco logra formar un Gobierno en minoría con los Verdes.
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