• Sede del Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND, por sus siglas en alemán).
Publicada: sábado, 2 de abril de 2016 16:23
Actualizada: domingo, 3 de abril de 2016 2:34

Un nuevo informe revela la implicación del Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND, por sus siglas en alemán) en un escándalo de espionaje que afecta a amigos de Berlín, desde Israel hasta el Reino Unido.

Según el diario germano Der Spiegel, el BND ha estado espiando durante años a Israel, a los Ministerios del Interior de Austria y Bélgica, a la cartera de Defensa del Reino Unido, y al Departamento de Estado y la Fuerza Aérea de EE.UU., según publicaron el sábado los medios de comunicación extranjeros.

Organizaciones e instancias internacionales como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tampoco han sido inmunes al programa de espionaje masivo del BND.

La Inteligencia alemana incluso espió a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés), así como a los empleados de las embajadas de los países de la Unión Europea (UE).

Medios de comunicación revelaron en octubre de 2015 que el BND espiaba desde hacía años a las agencias gubernamentales y a las embajadas de EE.UU. y la UE.

Aunque en 2013, el BND decidió dejar de vigilar los estados miembros del bloque europeo y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), las revelaciones de Der Spiegel muestran que algunos de esos objetivos todavía son monitoreados.

Alemania no es la única potencia occidental que ha espiado durante años a sus amigos y aliados. Desde 2013 se han sucedido revelaciones sobre el espionaje de la Inteligencia de EE.UU. a los gobiernos europeos y a sus máximos responsables del Estado, entre ellos, la canciller alemana, Angela Merkel.

En octubre de 2015, Der Spiegel publicó un reportaje sobre documentos del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) Edward Snowdn donde se revelaba que la Inteligencia de EE.UU. tenía desde 2002 en una lista de escuchas el teléfono de Merkel, lo que provocó ciertas tensiones entre Washington y Berlín y en el seno del Gobierno germano.

No obstante, en junio pasado, la Fiscalía Federal alemana decidió cerrar el caso, alegando que las revelaciones de Snowden no podían “ser probadas de manera legal en el marco de un juicio de derecho penal”.

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