El documento, hecho público por las autoridades este lunes, confirma que un millar de personas estuvieron involucradas en los incidentes ocurridos durante los festejos de Nochevieja en Colonia, y que la Policía, que no tenía absolutamente "ningún control" sobre los atacantes, incluso cometió "graves errores".
Tanto los testigos oculares como el informe de la Policía de Colonia y las pesquisas de la Policía Federal indican que los hombres que cometieron estos delitos eran casi exclusivamente de procedencia inmigrante", ha indicado el titular del Interior del Estado federal de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger.
En particular revela que, de las 516 denuncias presentadas en total, 237 se corresponden a agresiones sexuales y 107 a robos, y que cuatro de los teléfonos hurtados han sido recuperados en centros de acogida para refugiados en las ciudades de Essen, Kerpen y Recklinghausen, situadas en el mismo Estado federal.
Durante la presentación, el titular del Interior de Renania del Norte-Westfalia, en el que se encuentra Colonia, Ralf Jäger, ha confirmado que la mayoría de los sospechosos a quienes la Policía investiga son de origen inmigrante.
"Tanto los testigos oculares como el informe de la Policía de Colonia y las pesquisas de la Policía federal indican que los hombres que cometieron estos delitos eran casi exclusivamente de procedencia inmigrante", ha declarado Jäger este lunes en una conferencia de prensa citada por el diario alemán Bild.
Sin embargo, ha detallado que "hay muchos indicios de que se trataba de hombres procedentes del Norte de África y la región árabe" y agregado que de los 19 sospechosos, 14 procedían de Marruecos y Argelia y que diez de los sospechosos son demandantes de asilo, nueve de ellos ilegales.
En este contexto, el responsable del Interior ha lamentado que "no solamente médicos e ingenieros emigran, sino también delincuentes" y dicho que Alemania no debería tratar de ocultar ni matizar los resultados de las investigaciones, que según él están siendo extraordinariamente complejas.
El jefe de Policía de Colonia, Wolfgang Albers, se vio obligado a dimitir el 8 de enero presionado por las críticas de falta de diligencia del cuerpo ante los múltiples casos de agresión sexual, hurtos, robos y al menos dos de violación a mujeres en Alemania, principalmente en el centro de Colonia, en torno a la estación central de trenes, que ocurrieron el 31 de diciembre de 2015, en medio de los festejos de despedida del año.
En la noche del domingo pasado, varios extranjeros fueron objeto de violentas agresiones por un grupo de 20 personas en el centro de Colonia (oeste de Alemania), cerca de la estación de tren, hecho que está siendo investigado por su posible conexión con los sucesos de Nochevieja.
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