El sábado por la noche una gran multitud salió a las calles de Casablanca, la mayor ciudad portuaria del norte de África, y de otras ciudades ondeando banderas palestinas y cantando consignas en condena del “vergonzoso” acuerdo de la normalización de relaciones entre el régimen israelí y Marruecos.
Las manifestaciones se produjeron después del anuncio de que una delegación de Marruecos visitará Israel este fin de semana para adelantar las cooperaciones diplomáticas bilaterales. La delegación llegará a Tel Aviv el domingo por la noche, según un informe del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Israel.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró el sábado en un vídeo que las dos partes negociarán la reapertura de sus oficinas de enlace, el establecimiento de embajadas y el lanzamiento de vuelos directos entre Tel Aviv y Rabat.
Netanyahu invitó a Mohamad VI, rey de Marruecos, a visitar Israel el pasado viernes, en su primera conversación telefónica. Hablaron sobre seguir adelante con el acuerdo de normalización firmado a principios de diciembre con la mediación del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump.
Marruecos es el cuarto país árabe que ha establecido relaciones con el régimen sionista en los últimos meses, tras los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Sudan; y a cambio obtuvo el reconocimiento estadounidense de su “soberanía” sobre el Sáhara Occidental, una excolonia española en disputa desde hace décadas con los independentistas del Frente Polisario.
Los palestinos, que se sienten traicionados con los países árabes, lamentan que el precio de este trato lo tengan que pagar ellos y aseguran que su única opción frente a la ocupación israelí es la resistencia.
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