Este sábado se cumplieron 20 años de los atentados de 11 de septiembre contra las Torres Gemelas en Nueva York, y el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) en Washington (capital). Estos hechos sirvieron de base para desencadenar guerras y conflictos en diferentes partes del mundo por parte del Gobierno estadounidense; primero, contra Afganistán en octubre de 2001.
Washington y sus aliados pasaron la mayor parte de los últimos 20 años en Afganistán, bajo el pretexto de luchar contra el grupo armado Talibán y de traer paz y seguridad, pero al final no lograron impulsar una victoria.
Tras estas dos décadas, el 15 de agosto de este año, los talibanes tomaron el control de la capital afgana, Kabul, sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales, entrenadas por Estados Unidos. Ante tal situación, ahora, los afganos creen que la presencia de los estadounidenses en su país no les trajo ningún beneficio.
Billones de dólares gastados y la muerte de al menos 72 000 civiles en Afganistán, son una muestra de los resultados del fracaso de Estados Unidos en este país asiático.
Entretanto, Washington ahora es objeto de fuertes críticas debido a su precipitada salida de Afganistán. La comunidad internacional denuncia su irresponsabilidad ante este país, que invadió hace 20 años, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo.
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