Las autoridades locales confirmaron el lunes que hasta 600 combatientes, incluidos los insurgentes talibanes y los terroristas de la banda extremista EIIL (Daesh, en árabe) invadieron el pasado jueves al pueblo de Mirza Olang, en el distrito de Sayad, en la provincia norteña de Sar-e Pol.
El grupo armado Talibán negó el mismo lunes el uso de los combatientes extranjeros o alguna cooperación con Daesh, afirmando que estas reclamaciones tienen la intención de "desacreditarlos".
“El Gobierno afgano y sus amos extranjeros están haciendo afirmaciones falsas de que estamos colaborando con Daesh, sólo para desacreditarnos ante la comunidad local”, dijo un comandante del grupo insurgente Talibán mientras tachó al EIIL de “una fuerza hostil” que está luchando para crear un califato global, pero en vano, pues últimamente las evidencias muestran lo contrario.
Al respecto, Talibán indicó que una fuerza dirigida por un comandante llamado Qazanfar organizó el señalado ataque que se saldó con la muerte de 28 miembros de la policía local afgana.
Un alto cargo insurgente, de igual modo, aseveró que en el ataque al pueblo de Mirza Olang participaron los uzbekos, sin aclarar si pertenecían a la minoría uzbeka de Afganistán o procedían de Uzbekistán. “No tenemos árabes, turcos o paquistaníes en esa zona. Solo los uzbekos participaron en los combates”, señaló.
Las autoridades, asimismo, denunciaron un trato particularmente cruel contra la población civil de Mirza Olang e incluso anunciaron la existencia de víctimas decapitadas. Talibán, a su vez, desmintió este extremo declarando: “nuestros combatientes no les decapitaron, pero es posible que murieran en los combates”.
El Gobierno afgano y sus amos extranjeros están haciendo afirmaciones falsas de que estamos colaborando con Daesh, sólo para desacreditarnos ante la comunidad local”, dice un comandante del grupo insurgente Talibán.
El lunes, el portavoz de la gobernación provincial de Afganistán Zabiolá Amani, informó que los milicianos talibanes tomaron el pueblo de Mirza Olang después de dos días de intensos enfrentamientos con la Policía afgana y las milicias tribales locales, conocidas como grupos locales de alzamiento.
Las autoridades de Sar-e Pol anunciaron que los hombres armados han tomado como rehenes a más de 150 familias y han advertido del surgimiento de uno de los peores desastres del siglo XXII.
fmk/ktg/tas