“Después de meses de debate, Estados Unidos está dando el paso hacia la decisión de ampliar la autoridad militar para llevar a cabo ataques aéreos contra el (grupo armado) Talibán, en un momento en que se intensifica la violencia en Afganistán”, indicó el jueves un alto funcionario de Defensa estadounidense citado anónimamente por la agencia The Associated Press.
De acuerdo con la fuente, no se ha tomado una decisión final, pero la Casa Blanca se inclina por aumentar la capacidad con la que sus tropas puedan ayudar al Ejército afgano contra los guerrilleros talibanes.
Después de meses de debate, Estados Unidos está dando el paso hacia la decisión de ampliar la autoridad militar para llevar a cabo ataques aéreos contra el (grupo armado) Talibán, en un momento en que se intensifica la violencia en Afganistán”, indicó un alto funcionario de Defensa estadounidense, citado por el diario The Associated Press.
Pero de momento, "esto no es un orden o pedido abierto general para atacar a los talibanes", puntualizó la fuente, sin ofrecer más detalles sobre la decisión de la Administración de Obama.
En octubre de 2015, Obama anunció sus planes para dejar un contingente militar de 5500 soldados en Afganistán, a pesar de que en un principio había previsto retirar casi todas sus tropas antes de finales de 2016. La medida fue denunciada por algunos diputados del Parlamento afgano y apoyada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Más tarde, en el pasado febrero, el diario británico The Guardian afirmó que EE.UU. desplegaría un contingente militar de unos 800 soldados en la provincia de Helmand, en el sur del país asiático, quienes se sumarían a los 9800 soldados ya presentes en suelo afgano.
“Los 9800 soldados estadounidenses todavía están en Afganistán, pero todavía no pueden participar en combates directos”, señaló el informe.
La noticia de The Associated Press precisa que el funcionario de Defensa solicitó no ser identificado por no estar autorizado a hablar en público sobre el asunto.
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán como parte de la llamada "guerra contra el terrorismo". La ofensiva apartó del poder al grupo armado Talibán, pero la inseguridad, pese a la presencia de soldados extranjeros, sigue haciendo estragos en todo el territorio. Según las cifras de la Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus en inglés) esta guerra acabó, entre 2001 y 2014, con la vida de miles de afganos.
El portal de noticias estadounidense Veterans Today desveló el pasado sábado que el uranio y el opio son dos recursos que han convertido la provincia afgana de Helmand en destino de ensueño para los estadounidenses y británicos, en alusión a las grandes bases militares que mantienen dichas potencias en el distrito de Janshin, en Helmand.
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