El Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés), indicó en un informe publicado el viernes que la insurgencia controla más territorios afganos que en otros momentos desde la intervención militar occidental.
La falta de seguridad ha hecho casi imposible para muchos oficiales estadounidenses o afganos gestionar e inspeccionar los proyectos de construcción financiados por EE.UU.”, subraya John Sopko, un responsable del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán.
De acuerdo a la información de las fuentes militares afganas, actualmente los milicianos de Talibán tienen bajo su poder casi el 30 % del suelo del país. En septiembre pasado, los talibanes se apoderaron durante casi dos semanas de la ciudad norteña de Kunduz.
“La falta de seguridad ha hecho casi imposible para muchos oficiales estadounidenses o afganos gestionar e inspeccionar los proyectos de construcción financiados por EE.UU.”, subrayó John Sopko, un responsable del referido organismo en su nota.
Según los informes, Washington gastó unos 113 mil millones de dólares en la reconstrucción del conflictivo Afganistán, si bien los críticos ven fracasados este esfuerzo norteamericano.

En la nota se reafirmó de igual modo que el Gobierno de Kabul gasta considerables cantidades de dinero en pagar a numerosas escuelas inexistentes y maestros, un escándalo que pone en tela de juicio la alegación de las autoridades estadounidenses sobre la reforma del sistema educativo en este país asiático.
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán, como parte de la llamada guerra contra el terrorismo. La ofensiva apartó del poder a los talibanes, pero la inseguridad, pese a la presencia de miles de soldados extranjeros, sigue haciendo estragos en todo el territorio.
En base al balance ofrecido por la Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, en inglés), los ataques perpetrados por Estados Unidos en Afganistán desde 2001 hasta 2014 acabaron con la vida de unos 100 mil afganos y paquistaníes.
Aún así, el presidente estadounidense, Barack Obama anunció el octubre pasado sus planes para dejar un contingente militar de 5500 soldados en Afganistán después del fin de su mandato, lo que fue denunciado posteriormente por algunos diputados del Parlamento afgano y apoyado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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