El bombardeo de casas en Yemen, con o sin previo aviso, es una clara violación de los derechos humanos”, subraya el coordinador de las Naciones Unidas para ayuda humanitaria a Yemen.
“El bombardeo de casas en Yemen, con o sin previo aviso, es una clara violación de los derechos humanos”, ha subrayado Nasr, al mismo tiempo que ha aseverado que los responsables de los ataques aéreos contra las zonas civiles de Yemen deben responder ante los tribunales.
Además, ha considerado de “inaceptables” las agresiones, tanto aéreas como terrestres, contra las zonas civiles, ya que provocan la muerte de un gran número de personas inocentes.
Nasr ha insistido en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) deben investigar los crímenes cometidos contra la nación yemení y llevar ante justicia a cualquier grupo o individuo que haya violado las leyes internacionales.
El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen, sin el aval de las Naciones Unidas, pero con visto bueno de Washington, en un intento por eliminar de la ecuación al movimiento popular Ansarolá y restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.

Según informes locales, la cifra de víctimas por los bombardeos asciende a 3500 personas, entre ellos 492 menores y 209 mujeres, y a más 6100 heridos.
El régimen de Al Saud, pese a recurrir a todo tipo de medidas, incluido el uso de bombas de racimo y de fósforo blanco, en sus ataques a Yemen, no ha logrado ninguno de sus objetivos principales: por un lado siguen los avances de Ansarolá en el territorio yemení y por otro, Mansur Hadi que ha huido a Arabia Saudí todavía parece muy lejos de retornar al poder.
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