Las autoridades saudíes han prometido que las bombas serán utilizadas contra “objetivos militares claramente definidos” en Yemen, indicó el funcionario, para justificar la continuación del suministro de las polémicas municiones a Riad.
En la misma jornada, el Observatorio de los Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) se manifestó preocupado por el uso de bombas de racimo a manos de Arabia Saudí durante sus ataques aéreos contra Yemen.
Basándose en pruebas creíbles entre ellas imágenes y vídeos, HRW denunció que Riad utilizó decenas de veces las bombas de racimo en la provincia de Saada (noroeste), cuyo uso fue prohibido en un tratado en 2008.

A este respecto, el funcionario estadounidense que solicitó el anonimato, indicó que tendrán en cuenta “todas las muertes civiles” en Yemen.
"Hacemos un llamamiento a todas las partes a cumplir con el derecho internacional humanitario y a tomar todas las medidas posibles para minimizar el daño a los civiles", dijo el funcionario, quien agregó que Washington con seriedad tiene en cuenta las críticas de HRW.
El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el aval de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al prófugo expresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
A pesar del anuncio de las autoridades de Riad del fin de su primera fase de bombardeos, todavía siguen los ataques aéreos contra el pueblo yemení.
Arabia Saudí además sigue negando la entrada de ayudas humanitarias a Yemen, pese a las fuertes críticas por parte de organismos internacionales que urgen el fin de los ataques y el bloqueo sobre el país más pobre del mundo árabe.
Esta agresión ha aglutinado duras críticas regionales e internacionales. El pueblo yemení ha condenado en reiteradas ocasiones la agresión saudí y ha asegurado que el régimen de Al Saud pagará caro sus ataques; además países como Rusia, Irán, Siria e Irak, entre otros, también han rechazado estas incursiones bélicas.

Asimismo, el Gobierno de Estados Unidos, aunque desde el principio ha apoyado junto al régimen israelí la agresión saudí contra Yemen, ya ha llamado a un diálogo para pacificar Yemen, uno de los países más pobres del mundo árabe.
Las ofensivas de Arabia Saudí han dejado, según los grupos proderechos humanos, más de 9700 víctimas, entre muertos y heridos, incluidos mujeres y niños, además de contribuir al aumento de la amenaza regional que supone la red terrorista Al-Qaeda.
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