"Si hay guerra, habrá ley marcial y no se realizará ningún cambio en la Constitución. Mientras esté vigente la ley militar esto es ilegal", ha asegurado este domingo Poroshenko en una entrevista con el canal televisivo 112 Ukraina.
Si hay guerra, habrá ley marcial y no se realizará ningún cambio en la Constitución. Mientras esté vigente la ley militar esto es ilegal", ha asegurado el presidente ucraniano, Petro Poroshenko.
Asimismo ha explicado que existe la posibilidad de que la Rada Suprema (sede del Parlamento de Ucrania) determine una nueva fecha para las elecciones locales en Donbás (este), previstas para el venidero 25 de octubre, que según las fuentes, no se celebrarán en los territorios controlados por las fuerzas independentistas.
Igualmente, el mandatario, ha aseverado que el Gobierno no puede “garantizar” en Donbás el trabajo de los partidos políticos ucranianos, los medios de información del país, así como la seguridad del pueblo.
Por su parte, las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk han declarado que los comicios locales se celebrarán el próximo 18 de octubre, sin embargo, en la autoproclamada República Popular de Lugansk, las citadas elecciones están previstas para el 1 de noviembre.
El pasado 4 del mes en curso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aconsejó a Kiev a dialogar con los independentistas en el este de Ucrania sobre las reformas constitucionales en el país.

El día 31 de agosto, el Parlamento de Ucrania, aprobó cambios constitucionales que otorgan autonomía a Donbás, en torno al cual se han registrado protestas en rechazo a la concesión de autonomía a las provincias del este del país.
Los manifestantes congregados fuera del edificio del Parlamento se enfrentaron con las fuerzas de seguridad ucranianas e hirieron a alrededor 50 de los uniformados.
De cualquiera manera, el cambio constitucional fue aprobado por una mayoría de 265 parlamentarios, de un total de 450 legisladores —siendo en realidad 423 los electos, debido a la guerra en el este.
Con anterioridad, Moscú criticó el proyecto de reforma constitucional ucraniana por no conceder el estatus especial a Donbás e instó a Occidente a influir sobre Kiev para hacerle cumplir los acuerdos de Minsk.
En febrero, las partes alcanzaron un acuerdo en la ciudad bielorrusa de Minsk para establecer un alto el fuego en Ucrania, sin embargo, los bombardeos continúan y las partes se acusan mutuamente de violar el alto el fuego.
Desde abril de 2014, cuando Kiev lanzó un operativo militar para acallar a quienes se oponían al derrocamiento del entonces presidente, Víctor Yanukóvich, Ucrania está inmersa en un conflicto que, hasta el momento, ha causado ya cerca de 7000 muertes, y ha dejado 1,3 millones de desplazados internos.
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