"Creo que Washington es responsable, No sé si fue una decisión formal del gobierno o simplemente venia de alguna parte de la misma, porque sirvió para presionar a Rusia", dijo el sábado Paul Craig Roberts, secretario adjunto del Tesoro en la Administración Reagan y editor asociado del Wall Street Journal, a la cadena iraní Press TV.
Creo que Washington es responsable, No sé si fue una decisión formal del gobierno o simplemente venia de alguna parte de la misma, porque sirvió para presionar a Rusia", afirmó Paul Craig Roberts.
Añadió, que el incidente se usó como propaganda antirrusa por parte de Washington a fin de convencer a los europeos para que impusieran sanciones pretextando la crisis en Ucrania.
El avión de pasajeros Boeing 777-200, que cubría la ruta entre Ámsterdam (Holanda) y Kuala Lumpur (Malaysia), el 17 de julio de 2014, se estrelló en la zona de conflicto en el este de Ucrania, muy cerca de la frontera rusa, matando a las 298 personas a bordo.

Un informe preliminar publicado el año pasado en Holanda estimaba que el siniestro acaeció debido a "daños estructurales del avión provocados por una acción externa", aunque no precisó más detalles.
Los investigadores holandeses niegan la responsabilidad de Rusia en el siniestro, pero sus pronunciamientos “no reciben la misma atención que las acusaciones”, manifestó Roberts.
A continuación puntualizó, que Washington tenía un satélite sobrevolando la zona el día del accidente, pero se niega a publicar información al respecto.
EE.UU. y sus aliados europeos han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales contra Rusia, por su apoyo a los combatientes independentistas en el este de Ucrania (en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk).
Las autoridades rusas rechazan enérgicamente tales alegaciones y acusan al Occidente, encabezado por EE.UU., de la situación que vive Ucrania.
En abril de 2014, Ucrania lanzó las llamadas operaciones “antiterroristas” contra los independentistas del este de país. El conflicto ucraniano ha dejado, hasta el momento, más de 6400 muertos y 1,3 millones de desplazados internos, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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