Los medios turcos de comunicación precisan que esa operación se ha llevado a cabo simultáneamente en la ciudad capitalina de Ankara y otras 19 ciudades de este país euroasiático, después de que la Fiscalía de Estambul haya emitido 54 órdenes de arresto al respecto.
Los intentos de Ankara para detener a todos los sospechosos se iniciaron a finales de 2013, luego de la divulgación de unas grabaciones en Internet, en las que Erdogan, que fungía entonces como primer ministro del país, ordenaba a su hijo Bilal deshacerse de todo el dinero que guardaba en casa.
Entre las personas anteriormente aprehendidas por el mismo caso, se encuentran efectivos policiales, jueces, periodistas y partidarios del principal rival de Erdogan, Fethulá Gülen.
Las masivas detenciones llevadas a cabo durante los últimos meses han provocado duras críticas de varios países y organizaciones internacionales, que consideran esa medida contraria a la democracia.
Erdogan y sus simpatizantes acusan a Gülen, que vive en exilio forzado en Pensilvania, EE.UU., desde 1999, de dirigir un "estado paralelo" en Turquía. No obstante, Gülen refuta esas alegaciones.
A juicio del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), Gülen, aliado de Erdogan durante los primeros años en el poder de este, gracias a su influencia en los círculos judiciales y policiales estaría en busca de hacerse con el poder y derrocar a Erdogan, y los policías e investigadores del caso forman parte de esta conspiración.
Cabe mencionar que un tribunal en Ankara emitió el martes, la segunda orden de arresto para el líder opositor turco y uno de sus aliados más cercanos, Emre Uslu, un efectivo policial que se convirtió en periodista.
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