La canciller alemana fue el jueves objeto de duras críticas por la respuesta que le dio a una niña palestina en riesgo de ser deportada.
Alemania no puede acoger a todas las personas procedentes de esos campos y algunos tendrán que regresar", afirmó Merkel, ante lo cual la adolescente comenzó a llorar desconsoladamente.
En un foro con jóvenes, Merkel le afirmó a la niña palestina, Reem, que no todos los inmigrantes pueden quedarse en Alemania y que algunos tendrían que regresar a casa, mientras que la joven palestina le confesó a ella que su sueño era estudiar pero que su situación era difícil porque ella y su familia llevaban cuatro años esperando recibir residencia permanente en Alemania.
"Lo entiendo", aseveró Merkel en respuesta. "Sin embargo (...) a veces la política es dura. Cuando te pones delante de mí eres una buena persona, pero sabes que en los campamentos de refugiados palestinos en El Líbano hay miles y miles (de personas) y si os dijera a todos que vinierais de África, no podríamos lidiar con eso", añadió.
"Alemania no puede acoger a todas las personas procedentes de esos campos y algunos tendrán que regresar", afirmó Merkel, ante lo cual la adolescente comenzó a llorar desconsoladamente.
Reem no puede evitar las lágrimas al escuchar la respuesta de Merkel que, cuando ve llorando a la niña, trata de consolarla con una caricia.
Inmediatamente se extendieron por las redes el hashtag de Twitter #merkelstreichelt (#MerkelAcaricia) y el vídeo del diálogo entre Merkel y la niña de unos 10 años.
En la red de microblogging Twitter, los usuarios se mofaron de Merkel, a la que acusaron de patosa y de no tener empatía.
Asimismo, la mayoría de los medios analizan el jueves el papel de Merkel, su pragmatismo y su decisión de no aplicar paños calientes ante un caso difícil.
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