“La agresión tiene como objetivo destruir la infraestructura económica e industrial del país, es una destrucción intencional de la base de subsistencia de todo el pueblo sirio”, advirtió el lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria en una carta dirigida al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Banki-moon, y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
“La agresión tiene como objetivo destruir la infraestructura económica e industrial del país, es una destrucción intencional de la base de subsistencia de todo el pueblo sirio”, advirtió el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria.
Tras tachar de “criminal” la agresión de la llamada coalición liderada por EE.UU., la Cancillería siria hizo hincapié en que tales ataques no han sido capaces de debilitar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria.
El Ministerio también instó a los países miembros de la coalición a poner fin a sus violaciones, porque, según la carta, los aviones de combate de la coalición iniciaron sus operaciones sin la luz verde del Gobierno de Damasco.
En otra parte de la carta, además de indicar que el Ejército sirio nunca ha utilizado armas prohibidas en su lucha contra los terroristas, se pide a los países patrocinadores del terrorismo que dejen de apoyar a los takfiríes en Siria.
Durante los últimos años, algunos de los países occidentales y regionales como Arabia Saudí, Catar, Jordania y Turquía han entregado todo tipo de asistencia a los grupos terroristas en Siria e Irak para promover sus propios objetivos políticos.
La llamada coalición anti-Daesh ha realizado hasta la fecha unos 2500 ataques aéreos contra supuestas posiciones del EIIL en Siria: ofensivas que no han obtenido resultados concretos.
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