“Moscú ha repetido muchas veces que ayudar a la oposición siria, tanto económica como militarmente, supondría una mayor desestabilización del país”, ha afirmado este lunes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
De acuerdo con el titular ruso, se trata de una opción que “debilitaría” la capacidad de las fuerzas del Ejército sirio a la lucha contra los terroristas que operan en el país, y principalmente el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
El 23 de julio, Ankara y Washington alcanzaron un acuerdo en lo que llaman la cooperación contra el EIIL, que incluye la creación de una zona de exclusión aérea en el norte de Siria, y el permiso de Ankara a los aviones de EE.UU. para que utilicen la base de Incirlik, en el sur, desde donde llevará a cabo operaciones contra el EIIL en Irak y Siria, entre otros puntos.
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