• El presidente de Siria, Bashar al-Asad.
Publicada: jueves, 26 de febrero de 2015 15:09
Actualizada: martes, 16 de agosto de 2016 12:47

La reunión de varios legisladores de Francia con el presidente de Siria, Bashar al-Asad, ha levantado una tormenta política en el Gobierno del país galo.

La delegación francesa compuesta por Myard, de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), el senador Jean-Pierre Vial, del mismo partido, el socialista Gérard Bapt y el centrista François Zocchetto, los diputados franceses aseguraron que el fenómeno del terrorismo no será erradicado sin la ayuda del Gobierno de Damasco.

El presidente de Francia, François Hollande, ha condenado el jueves el encuentro que mantuvieron tres de los cuatro parlamentarios franceses, el pasado miércoles, con el mandatario sirio en la ciudad de Damasco, la capital del país árabe.

En la misma jornada, por su parte, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, ha lanzado duras críticas contra los legisladores galos por la participación de los mismos en una reunión con el presidente de Siria.

En esta misma línea, el secretario general del Partido Socialista de Francia, Jean-Christophe Cambadélis al lamentar el acto sin permiso de los diputados franceses ha anunciado que su propio partido tiene que definir una ronda de sanciones contra el parlamentario socialista, Gerard Bapt, por su participación junto con otros legisladores galos en tal encuentro.

Conforme a las declaraciones de Cambadélis, el miembro del partido socialista podría enfrentarse con una dura orden de la formación política; el partido podría expulsar a Bapt.

Durante el encuentro de la jornada de ayer, la delegación francesa compuesta por Jacques Myard, de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), el senador Jean-Pierre Vial, del mismo partido, el socialista Gérard Bapt y el centrista François Zocchetto, los diputados franceses aseguraron que el fenómeno del terrorismo no será erradicado sin la ayuda del Gobierno de Damasco.

Desde el inicio de la crisis siria, Francia ha sido uno de los principales patrocinadores de los grupos armados en el país árabe y ha insistido en la salida del poder de Al-Asad.

No se descarta que los países occidentales den un giro político respecto al Gobierno sirio casi cuatro años después de que fracasaran por un lado los complots encaminados al derrocamiento de Al-Asad y por otro se reforzaran grupos takfiríes como EIIL (Daesh, en árabe)-gracias al apoyo del Occidente- y que actualmente amenazan la seguridad de sus propios patrocinadores.

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