"En realidad, no hubo hambruna en Madaya (…) El gobierno no lleva ni llevará a cabo una política consistente en hambrear a su propio pueblo", ha afirmado este lunes Al-Yafari en declaraciones a los periodistas.
En realidad, no hubo hambruna en Madaya (…) el gobierno no lleva ni llevará a cabo una política consistente en hambrear a su propio pueblo", afirma el embajador sirio ante la ONU, Bashar al-Yafari.
Al-Yafari ha enfatizado que tales informes tienen como objetivo "demonizar" al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, y "torpedear" las próximas conversaciones de paz previstas para el 25 de enero en Ginebra (Suiza).
El diplomático sirio ha acusado a algunos medios de comunicación, como la cadena catarí Al-Jazeera y la saudí Al-Arabiya, de ser "los principales responsables de fabricar estas acusaciones y mentiras".
Además, ha puesto hincapié en que el compromiso del Gobierno sirio de brindar ayudas humanitarias a todas las zonas del país sin ninguna discriminación.
Sin embargo, ha recordado los saqueos y asaltos de los grupos terroristas a algunos convoyes de ayudas humanitarias, sobre todo en octubre y diciembre de 2015.
Ha agregado que su país está sufriendo como consecuencia de la presencia de los grupos terroristas y las sanciones económicas occidentales, mientras los ataques aéreos de EE.UU. y sus aliados están provocando “grandes pérdidas económicas” en Siria.

Un convoy humanitario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha llegado este lunes a Madaya, después de que el pasado jueves el Gobierno sirio diera luz verde a la entrega de ayudas a esta ciudad.
El pasado 18 de octubre ya había accedido a Madaya un convoy de asistencia de la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja Siria, tras un acuerdo de alto fuego entre el Ejército sirio y los grupos armados que operan en la zona.
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