Los rusos se van de Egipto en aviones especiales que ha mandado Moscú. Se van sin planear volver a país africano para disfrutar de otras vacaciones. Lo mismo lo están haciendo los británicos y ciudadanos de varios países europeos.
Es una imagen triste para Egipto, país que percibe considerables ingresos del turismo. Todos estos hechos se producen después de la misteriosa caída del avión ruso que iba de Sharm el-Sheij a San Petersburgo. El avión se estrelló el pasado 31 de octubre, con 224 personas a bordo.
Lo último que han grabado las cajas negras parece ser una explosión. Estados Unidos y el Reino Unido casi están seguros de que fue una bomba a bordo del avión.
En una grabación, el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) se atribuye la caída del avión. Dice que fue en represalia por los bombardeos rusos contra sus posiciones en Siria. Una versión aún no confirmada.
Pero ya hay muchas preguntas sobre deficiencias de seguridad en aeropuertos egipcios. Rusia, el Reino Unido y varios países europeos ya han cancelado todos los vuelos a Egipto. Sin aviones, ya no vendrán más turistas.
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