"Hoy en las filas de EIIL luchan de 25.000 a 30.000 extranjeros, en particular de la región del Pacífico y de Asia, así como, desgraciadamente, de Rusia", ha destacado Antonov hoy miércoles durante la tercera reunión ministerial de defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés).
Hoy en las filas de EIIL luchan de 25 000 a 30 000 extranjeros, en particular de la región del Pacífico y de Asia, así como, desgraciadamente, de Rusia", ha destacado el viceministro de Defensa ruso.
Seguidamente, Antonov ha advertido del peligro de que estos miembros terroristas “vuelvan a sus casas” con ese potencial de violencia y extremismo para promover ideas radicales o empezar a organizar sabotajes. Detener el progreso de ese patrón, según él, es una de las tareas principales para Moscú.
Rusia inició en septiembre una campaña de ataques aéreos en Siria contra las posiciones de Daesh, que desde que ocupó vastos terrenos sirios e iraquíes ha conseguido reclutar un gran número de miembros de países extranjeros.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha hablado ya anteriormente de la existencia de entre 5000 y 7000 personas de nacionalidad rusa, así como de otros países pertenecientes a la antigua Unión Soviética, que luchan para Daesh en la actualidad.
En relación con estas operaciones y a propósito de su legitimidad, Antonov ha observado que se llevan a cabo a petición del propio presidente sirio, Bashar al-Asad, y ha indicado que se darán por finalizadas cuando termine la ofensiva del Ejército sirio contra los terroristas.
"La operación de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, con el apoyo de los buques de la flota del Caspio en Siria, respeta plenamente el derecho internacional, es absolutamente legítima y se realiza en respuesta a una petición oficial del presidente de Siria", ha recalcado el viceministro.
Además, Antonov ha aclarado que los bombardeos rusos tienen como único blanco a los grupos extremistas y no afectan a las posiciones de otros grupos —como los de la "oposición moderada", según los denomina Occidente—. Moscú ha reiterado en diversas ocasiones que sus ataques se realizan con total precisión, rechazando así las acusaciones occidentales de que se dirigen contra otros grupos opositores al Gobierno de Al-Asad.
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