Beirut ha sido escenario de la segunda noche de violentos disturbios entre la Policía y los manifestantes, que en la noche del domingo se ha cobrado la primera víctima mortal y medio centenar de heridos así como numerosos detenidos en unas jornadas donde la Policía se ha empleado a fondo dispersando a los manifestantes con balas de goma, cañones de agua y gases lacrimógenos.
Las protestas frutó de la pésima gestión de la basura ha derivado en demandas de dimisión del Ejecutivo al que acusan de haber fracasado en las gestión de los principales problemas que asolan a la nación árabe. El primer ministro libanés, Tammam Salam, ha señalado que se depurarán responsabilidades en la dura represión de la protesta.
El premier libanés hizo también un llamamiento a las organizaciones de la sociedad civil y a activistas a formar una delegación que se reúnan con él para discutir la crisis que azota a la nación.
Los líderes de las protestas habían convocado otra concentración para este lunes que finalmente ha sido pospuesta por la muerte de uno de los manifestantes.
Una pésima gestión en la crisis de la basura, según los manifestantes, ha sido el detonante para que las multitudinarias manifestaciones de este fin de semana culminaran en violentos disturbios que se podrían recrudecer de no encontrarse una pronta solución al grave problema de los desechos.
Alberto García Watson, Beirut.
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