El 28 de junio del 2009 la clase política de la derecha y los militares intentaron frenar el proceso revolucionario del pueblo. Activistas del Gobierno provocaron un enfrentamiento con simpatizantes del partido libre.
Nadie olvida ni perdona la intención de consultarle al pueblo la instalación de una asamblea nacional constituyente valió para que los militares y la clase política dieran un golpe de Estado.
Aun con la represión del Gobierno son visibles las imágenes de la llamada “cuarta urna” la consulta que pretendía incluir al pueblo a la democracia participativa. Las consecuencias terribles para el pueblo.
El expresidente Manuel Zelaya retorno al país tras un viaje a los Estados Unidos y reunirse con el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para buscar una salida a la actual crisis.
El Gobierno de Juan Orlando Hernández sacó a las calles a sus activistas y empleados bajo amenazas para confrontar a libre, el resultado fue la confrontación.
El oficialismo tomó la misma ruta que el Partido Libre y con piedras e insultos generaron el enfrentamiento, libre quiso evitarlo. El caos parece volver a este país.
Como si el golpe de Estado hubiese sido ayer los hondureños condenaron a quienes protagonizaron la ruptura del orden constitucional y condenaron a esta nación centroamericana a la miseria
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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