“Que lo sepa Al Saud, que con este crimen cavó su propia tumba y se acerca a su decadencia y destrucción”, ha advertido este domingo el ayatolá Seyed Ahmad Jatami, destacado miembro de la Asamblea de Expertos de Irán.
Que lo sepa Al Saud, que con este crimen cavó su propia tumba y se acerca a su decadencia y destrucción”, ha advertido el ayatolá Seyed Ahmad Jatami, destacado miembro de la Asamblea de Expertos de Irán
El ayatolá Jatami ha formulado estas declaraciones en una reunión de maestros, estudiantes y docentes de la Escuela Teológica de Qom (centro de Irán) en la gran mezquita de esta ciudad para repudiar la ejecución el sábado de Al-Nimr en Arabia Saudí, bajo supuestos cargos de terrorismo.
El importante clérigo persa ha recordado que la comunidad chií en el reino árabe constituye una “gran minoría”, al tiempo que considera a Riad como “el principal aliado de los sionistas”.
Además, ha instado a las autoridades saudíes a entregar a la mayor brevedad posible los restos mortales de Al-Nimr a su familia y dejar de reprimir a los chiíes saudíes.
En otra parte de sus declaraciones, el ayatolá Jatami ha clamado que “el pensamiento wahabí es el principal promotor del terrorismo”. “Arabia Saudí es una desgracia para el mundo musulmán”, ha lamentado.
También, ha tildado de “chistes políticos” las alegaciones de los saudíes de luchar contra los grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe) y Al-Qaeda, bandas que “el propio Al Saud creó”.
Al-Nimr, crítico feroz de Al Saud, fue detenido en julio de 2012 y condenado a la pena capital el 15 de octubre de 2014 por apoyar las protestas antigubernamentales en Al-Qatif, sita en el este saudí, defender los derechos de los prisioneros y desobedecer a la familia real.

La ejecución del clérigo chií, de 56 años de edad, junto a otras 46 personas en Arabia Saudí, generó una enorme condena regional y despertó la ira y las protesta de las comunidades chiíes.
El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha criticado enérgicamente la ejecución en Arabia Saudí del destacado clérigo chií, advirtiendo que “la venganza divina caerá muy pronto sobre los políticos saudíes”.
Amnistía Internacional (AI) señaló que estas ejecuciones en masa demuestran el “absoluto desprecio por los derechos humanos y la vida” de las autoridades saudíes y consideró el asesinato de Al-Nimr como “político y manifiestamente injusto”.
Asimismo, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW, sus siglas en inglés) calificó la medida de “otra mancha” en el historial de derechos humanos saudí.
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