• El presidente del Parlamento iraní (Mayles), Ali Lariyani.
Publicada: sábado, 2 de enero de 2016 19:03

El presidente del Parlamento iraní (Mayles), Ali Lariyani, ha asegurado que Arabia Saudí, con la ejecución del opositor clérigo chií Nimr Baqer al-Nimr, ha causado un “tifón” del que no podrá salir.

“Tales actitudes aumentarán los problemas de seguridad en la región”, ha comentado el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán en reacción a la ejecución de la figura religiosa y ha pronosticado que “el régimen saudí no podrá salir fácilmente del tifón que ha creado con el martirio de este gran sheij”.

“Esperamos que al menos en este tema, EE.UU. y los países occidentales reaccionen, ya que se trata de un asunto que viola el derecho humanitario”, ha afirmado el presidente del Parlamento iraní (Mayles), Ali Lariyani.

Lariyani también ha acusado a Riad de tomar durante los últimos dos años decisiones que han creado problemas a todos los países de la región, incluidos Irak, Yemen y Siria, y ha expresado su pesar por el “aventurismo” de los Al Saud en la zona.

“Esperamos que al menos en este tema, EE.UU. y los países occidentales reaccionen, ya que se trata de un asunto que viola el derecho humanitario”, ha proseguido el alto legislador iraní.

Según Lariyani, la deplorable situación de seguridad de la región se debe a las acciones de "ciertas potencias” y de “algunos países de la región”.

Hoy sábado, el Ministerio saudí del Interior ha anunciado la ejecución de 47 personas, incluido Al-Nimr, acusándolas de “terrorismo”.

El sheij Al-Nimr, extremamente crítico con el régimen de los Al Saud, fue arrestado en 2012, después de que la Policía saudí le disparara en la región de Qatif, en la provincia Oriental de mayoría chií, donde se celebraban protestas pacíficas.

Una manifestación en la ciudad saudí de Qatif en condena de la detención del prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr.

 

En 2014, una corte saudí sentenció a pena de muerte a Al-Nimr, hecho que provocó condenas mundiales. El veredicto fue confirmado el pasado marzo por el tribunal de apelaciones de Arabia Saudí.

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