La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) votó a las 15 horas locales (19 horas GMT) esta iniciativa, que consiguió la mayoría de los votos necesarios en el foro de 193 países.
Es un paso en el camino que lleva a Palestina al estatus de miembro de pleno derecho de Naciones Unidas, ha afirmado el primer ministro palestino, Rami Hamdalá.
La resolución, aprobada por 119 votos a favor, ocho en contra, entre ellos los de Estados Unidos, Canadá y el régimen de Israel, y 45 abstenciones, permitirá que las banderas de Palestina y del Vaticano -también con estatus de observador no miembro- ondeen junto a las de los 193 Estados miembros.
El Gobierno palestino presentó el 27 de agosto ante la AGNU un proyecto de resolución que pide el izado de su bandera en la sede del organismo mundial.
La ONU tendrá ahora un plazo de 20 días para implementar la medida, justo a tiempo para la visita del presidente palestino, Mahmud Abás, prevista para el 30 de septiembre.
La votación ha sido calificada de "una medida simbólica", por el observador permanente de Palestina ante la ONU, Riad Mansur, quien ha resaltado que "reforzará los cimientos del Estado palestino" y ofrecerá a una "luz de esperanza", en momentos en el que el proceso de paz con el régimen de Israel está estancado.
"Es un paso en el camino que lleva a Palestina al estatus de miembro de pleno derecho de Naciones Unidas", ha afirmado el primer ministro palestino Rami Hamdalá, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Manuel Valls, en la capitalina ciudad de París.
El Estado palestino se convirtió en observador de la ONU el 29 de noviembre de 2012. Hasta ahora, las normas del organismo, creado hace siete décadas, establecían que sólo los miembros de pleno derecho tenían la potestad de colocar sus banderas en dicho recinto.
Los palestinos están tratando de crear un Estado independiente en los territorios de Cisjordania, incluyendo la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y la Franja de Gaza, y exigen que el régimen de Israel se retire de los territorios palestinos ocupados. Sin embargo, el régimen de Tel Aviv se ha negado a volver a las fronteras de 1967, y no está dispuesto a discutir el tema de Al-Quds.
Antes de la votación, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, cuyo país votó en contra de la resolución, afirmó que esta decisión "no es un aporte" a las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes.
Por su parte, el embajador del régimen de Israel ante la ONU, Ron Prosor, expresó de manera firme su oposición a la iniciativa, acusando a los palestinos de intentar "ganar puntos fáciles e insignificantes en la ONU".
El embajador de Israel había pedido al secretario de la ONU, Ban Ki-moon, y a Sam Kutesa, presidente de la Asamblea General, que bloquearan el proyecto, alegando que iba en contra de las prácticas de la ONU de izar únicamente las banderas de los Estados miembros.
Los europeos tuvieron posturas encontradas sobre la idea, por lo cual muchos de ellos optaron por la abstención.
Por otra parte, Delcy Rodríguez, canciller de Venezuela, país que se unió a otros para defender esta iniciativa, saludó la decisión de la Asamblea General de la ONU y dijo que Caracas comparte las preocupaciones sobre el futuro de los palestinos.
A su vez, el canciller argentino, Héctor Timerman, presente también en la sesión, dijo que, realmente, lo que tendría que estar haciendo la Asamblea General de la ONU es votar para que Palestina sea un miembro de pleno derecho. "Esta organización necesita reformas", agregó Timerman.
El Vaticano, otro beneficiario de la resolución
El otro beneficiado por la mencionada resolución es el Vaticano, aunque la Santa Sede haya asegurado que, de momento, no tiene intención de izar su bandera en la ONU.
El Vaticano no tiene "la intención de izar su bandera durante la visita del papa" Francisco, el 25 de septiembre, ha señalado su representante ante la ONU, monseñor Bernardito C. Auza.
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