Ley de propiedad de ausentes autoriza al régimen de Tel Aviv a apropiarse de las tierras que dejaron los ciudadanos árabes voluntariamente o forzados por las nuevas autoridades y fuerzas israelíes, tras ocupación en 1948.
Conforme a la normativa, denominada ley de propiedad de ausentes, se autoriza al régimen de Tel Aviv a apropiarse de las tierras que dejaron los ciudadanos árabes voluntariamente o forzados por las nuevas autoridades y fuerzas israelíes, tras ocupación en 1948.
Por tanto, la citada ley será aplicada a las propiedades de aquellos palestinos que actualmente residen en la Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza.
Sin embargo, el comité del tribunal, encabezado por el expresidente de la corte suprema israelí Asher Grunis, indicó que esa ley debe ser usada “únicamente en los casos más infrecuentes entre los infrecuentes”.
La ley de propiedad de ausentes fue aprobada por primera vez en 1950, después de la ocupación del régimen de Israel de los territorios palestinos como un mecanismo para permitir al régimen de Israel apoderarse de las propiedades de quienes se habían visto obligados a trasladarse a “Estados enemigos” o “territorios enemigos” ya que eran considerados “ausentes” o “desaparecidos”.
Esta decisión judicial ha provocado fuertes condenas entre las autoridades palestinas que califican esa ley de “racista” dado que busca eliminar totalmente cualquier rastro de los palestinos en los territorios ocupados de Al-Quds.
Según los palestinos, el objetivo del régimen israelí consiste en cambiar el estatus quo de la ciudad de Al-Quds y allanar el camino para futuras expansiones y construcciones de asentamientos ilegales y, de esa manera, judaizar esa ciudad.
En las décadas de los 60 y 70, miles de hectáreas de tierras palestinas de propiedad privada en el valle del Jordán fueron confiscadas por colonos israelíes, acto que todavía continúa, pese a la oposición de leyes y resoluciones internacionales.
Las tierras confiscadas por el régimen de Israel se ubican principalmente en las cercanías de los asentamientos ilegales construidos en la ocupada Cisjordania, alegando razones de seguridad, pero esta vez se ha extendido oficialmente en la zona.
El 19 de febrero, el régimen israelí aprobó un plan para expropiar 50 hectáreas de tierras pertenecientes a beduinos palestinos en Al-Quds (Jerusalén) para convertirlas en un vertedero, una decisión que provocaría el desalojo de 120 familias.
Tras la guerra de junio de 1967 contra los palestinos, el régimen de Israel conquistó y se anexionó los altos del Golán, Cisjordania, Al-Quds y la Franja de Gaza, medida no reconocida por la comunidad internacional.
A partir de esa fecha, los israelíes han construido sus asentamientos en diferentes puntos del territorio palestino, al mismo tiempo que sueñan con destruir la Mezquita Al-Aqsa, situada en Al-Quds, con el objetivo de transformarla en un templo judío.
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