"Es el resultado del miedo, la humillación, la frustración y la desconfianza (…) Se ha alimentado de las heridas de décadas de conflicto sangriento que tardarán mucho tiempo en curarse", ha declarado el máximo responsable de la ONU en un mensaje a la Conferencia de Derechos del Pueblo Palestino, que se celebra en Yakarta (Indonesia).
Es el resultado del miedo, la humillación, la frustración y la desconfianza (…) Se ha alimentado de las heridas de décadas de conflicto sangriento que tardarán mucho tiempo en curarse", ha declarado el máximo responsable de la ONU en un mensaje a la Conferencia de Derechos del Pueblo Palestino, que se celebra en Yakarta (Indonesia).
Asimismo, Ban ha asegurado que otra razón de los ataques palestinos es que los jóvenes palestinos están cansados de promesas rotas que suelen hacer las autoridades israelíes.
También ha culpado del deterioro de la situación en los territorios palestinos a la "empresa de los asentamientos".
Más de medio millón de israelíes viven en asentamientos ilegales erigidos después de la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), pese a que la Convención de Ginebra prohíbe construir en zonas ocupadas.
Dichas colonias israelíes son consideradas “ilegales” por las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y un gran número de países, ya que contradicen la legislación internacional.
Ban ha alertado además de que la ciudad de Al-Quds alberga santuarios sagrados para miles de millones de personas en todo el mundo, es decir, musulmanes, judíos y cristianos, y lo que sucede en Al-Quds reverbera en todo el mundo.
En otra parte de sus declaraciones y en referencia a la situación reinante en la Explanada de las Mezquitas, en Al-Quds, Ban ha advertido de que todo intento israelí encaminado a cambiar el statu quo del recinto santo lleva consigo el riesgo de conflicto.
Por último, ha enfatizado que las fuerzas de seguridad israelíes deben "asegurar un uso calibrado de la fuerza en respuesta a incidentes".
Desde hace más de dos meses, los territorios ocupados palestinos viven una situación de alta tensión a raíz de la profanación de la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds y de los asaltos de colonos y militares israelíes.
Este mismo miércoles, dos jóvenes palestinos han muerto baleados a manos de los militares del régimen israelí en la localidad cisjordana de Qalandiya, apenas un día después de que las fuerzas israelíes mataran a tiros a un palestino en la misma zona.
mkh/mla