"El Gobierno en el este de Libia confirma que aviones de combate estadounidenses llevaron a cabo bombardeos la noche del sábado en una misión que se saldó con la muerte del terrorista Belmojtar", han asegurado fuentes oficiales.
El Gobierno en el este de Libia confirma que aviones de combate estadounidenses llevaron a cabo bombardeos la noche del sábado en una misión que se saldó con la muerte del terrorista Belmojtar", han asegurado fuentes oficiales libias.
Tal y como han apuntado algunas fuentes militares del país norteafricano, ese ataque fue ejecutado en la localidad de Aydabiya, ubicada cerca de la ciudad oriental de Bengasi.
Belmojtar era conocido por la toma de rehenes en enero de 2013 en el complejo gasístico argelino de In Amenas, que se saldó con la muerte de 40 personas.
La muerte de Belmojtar fue dada a conocer por las autoridades libias después de que el Departamento de Defensa de EE.UU., informara de un "ataque antiterrorista" la noche del sábado contra un individuo vinculado a la rama terrorista Al-Qaeda en territorio libio.
A pesar de que el Pentágono aún no ha confirmado que Belmojtar haya muerto en la operación, sin embargo, un oficial norteamericano citado por el diario estadounidense The New York Times ha asegurado que el cabecilla terrorista se encontraba entre los blancos del ataque.
La muerte de Belmojtar ha sido anunciada oficialmente en varias ocasiones, la última de ellas en 2013, cuando se pensó que había fallecido en una operación militar en Malí, lo que le ha conferido una reputación como uno de los líderes terroristas más esquivos de la región.
El ataque aéreo de las Fuerzas Armadas de EE.UU que supuestamente ha causado la muerte del citado elemento terrorista puede ser el signo del inicio de las agitaciones militares del país norteamericano, y posteriormente otros países occidentales, en países africanos como Libia bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo.

Analistas políticos creen que esta serie de ataques probablemente podrán dar lugar a las intervenciones militares directas, aún en un país como Libia que ha caído en el caos después del derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi en el año 2011.
Aunque tales ataques e intervenciones militares se llevan a cabo con el argumento de acabar con las bandas terroristas en la zona, cabe recordar que el surgimiento de tales grupos extremistas que aparte de las zonas norteñas del continente negro, operan en países como Irak y Siria, cuentan con el apoyo financiero y logístico de Occidente y sus afiliados regionales.
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