"Condeno con la mayor firmeza la destrucción del enclave de Nimrud", ha declarado Bokova en un comunicado, después de que los terroristas destruyeran el jueves con sus vehículos pesados la antigua ciudad iraquí.
"No podemos permanecer en silencio. La destrucción deliberada del patrimonio cultural constituye un crimen de guerra, hago un llamado a todos los líderes políticos y religiosos para que se levanten contra esta nueva barbarie", ha aseverado.
Además, ha asegurado que ya ha abordado el tema con los dirigentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), así como con las autoridades de la Corte Penal Internacional (CPI).
La funcionaria además ha denunciado que "la limpieza cultural de que es objeto Irak no se detiene ante nada ni ante nadie: tiene como objetivo la vida humana y las minorías y se acompaña de la destrucción sistemática de un patrimonio milenario de la humanidad".
Bokova, sin embargo, precisa que la Unesco está decidida a hacer todo lo necesario para proteger el patrimonio cultural iraquí, así como enfrentar el tráfico de objetos culturales, que es utilizado para financiar el terrorismo.
Los integrantes del EIIL han saqueado y destruido numerosos sitios de culto y lugares históricos de las comunidades chiíes, cristianas e izadíes, así como de otras confesiones religiosas que se oponen a sus actos. Esta banda terrorista, apoyada por EE.UU. y sus aliados regionales, ha sido además acusada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de cometer un sinfín de actos inhumanos en Siria e Irak, entre ellos masacres, ejecuciones sumarias y secuestros masivos.
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